Donde viven las letras
La asignatura de Diseño Gráfico, o así creo que se llamaba, que la menuda Raquel Pelta me dió el primer año de carrera, supuso para mi un rayo de luz en un año en el que nada estaba siendo como había imaginado.
Yo había ido a aprender publicidad y todo lo que nos enseñaban me hacía sentir que no había dejado instituto.
No recuerdo bien cómo estaba estructurada la asignatura, ni el temario concreto que tuve que estudiar pero me quedó para siempre el amor por la tipografía que la pelirroja nos transmitió.
Hablaba con pasión de la importancia de las tipos, de la personalidad que tienen, de quiénes las crean y sobre todo de la imponente fuerza que tienen en nuestra vida diaria.
Dos alemanas tan amantes de las letras como ella, decidieron hace unos años rescatar aquellas que llegaron a ser tangibles y que un día ocuparon fachadas y azoteas iluminando las calles con sus luces de colores.
Jamás nadie imaginaría que en frente de Alexanderplatz, escondido en un pequeño centro comercial de fea arquitectura comunista, se encuentra el Buchstabenmuseum albergando letras de distinta procedencia, estilos y tamaños.
Las restauran cuidadosamente y les dan una nueva vida. Mezcladas entre sí se pueden reconocer letras que formaron parte del logotipo de un banco, del nombre de un cine o de una tienda de zapatos.
La estudiada oscuridad de las salas realza la siempre fascinante luz de neón y hace de este minúsculo museo para nostálgicos un lugar con una atmósfera mágica.
Además de la propia exhibición se organizan ponencias y otras actividades. Ese sábado, hablaban sobre la letra S. De haber sabido un mínimo de alemán nos hubiéramos unido a la disertación porque nos quedamos con las ganas de saber qué temas se tratan en una conferencia sobre la curvilínea letra.
Cuando encuentro este tipo de sitios pienso que solo pueden existir allí, en ese contexto y con esa visión tan personal que tiene esa ciudad. Si Berlín fuera una tipografía sería desde luego una diseñada a su medida, contundente,clara, moderna, polivalente y por supuesto libre, sin serifas.